María Cristina regente
Isabel II era hija de Fernando VII y su última esposa, María Cristina de Borbón. Se convirtió en reina a los 3 años, al morir su madre.
Para que su hija pudiera reinar, Fernando VII abolió la ley Sálica. Su hermano Carlos María Isidro, evidentemente, no estuvo de acuerdo con este gesto y reclamó el trono como Carlos V. Este sería el comienzo de las Guerras Carlistas que duraron hasta 1839.
Como Isabel II era sólo una niña, su madre, María Cristina, reinó en su nombre hasta 1840. Ya se había percatado que el absolutismo de Fernando VII no podía continuar y firmó la Constitución. Como además tuvo que enfrentarse a las guerras Carlistas se acercó a los liberales pidiendo ayuda parta enfrentarse a su cuñado.
Constitución y Desamortización
La Constitución preveía un parlamento y un sistema bicameral. María Cristina nombró a Mendizábal su ministro, que pondría en práctica la «Desamortización«. La idea era quitar de las manos de la iglesia las tierras y posesiones que, como tales, resultaban improductivas. Estas posesiones pasarían posteriormente a manos de los más ricos que eran los únicos que podían adquirilas.
Estos dos eventos, la aprobación de la Constitución y la Desamortización fueron los puntos de comienzo para un desarrollo capitalista y el liberalismo político. Se extendería la influencia de la burguesía.
Sin embargo, María Cristina no sentía gran afinidad con los liberales, de hecho, prefería al partido moderado. La situación fue empeorando y en 1840 fue obligada a pasar el trono definitivamente a su hija, Isabel.
Poco después de la muerte de su marido,María Cristina se enamoró locamente de un sargento del ejército, Agustín Muñoz, con el que se casó en secreto en 1833. Finalmente, como era de esperar, no quedó más remedio que hacer público el matrimonio, entre otras cosas, porque tuvieron ocho hijos. Se decía en la villa de Madrid que la reina está casada en secreto y tiene los hijos en público. También este matrimonio hizo que la situación para María Cristina no fuera agradable en España, puesto que su segundo matrimonio no fue bien visto por el pueblo.
Una reina manipulada
María Cristina se exilió en Francia dejando a sus dos hijas en Madrid. El General Espartero asumiría la regencia hasta 1843. Durante este tiempo el sentimiento liberal de los españoles siguió dos tendencias, una más conservadoras que formaría el Partido Moderado y otra, más liberal que se vería reflejada en el Partido Progresista.
Durante la regencia de Espartero, María Cristina intentó un golpe de estado que fracasó. Aún así su regencia no tuvo éxito y también fue obligado a dimitir. Finalmente Isabel II se vería coronada en 1843 a los trece años. Era muy popular entre la gente por su carácter abierto y amable, pero carecía de educación formal y política lo que la llevó a ser constantemente manipulada no sólo por su madre, que quería mantener su influencia en España, sino también por todos aquellos que la rodearon a lo largo de su vida.
Los dos partidos políticos luchaban constantemente por el poder. Bajo el liderazgo del general Narváez,el Partido Moderado gobernó durante los primeros diez años del reinado de Isabel II. Se desarrolló una nueva Constitución, se promovió una reforma fiscal y no se siguió con la Desamortización.
Una de las cuestiones más complicadas en aquellos momentos fue encontrar un consorte aceptable para Isabel, ya que era necesario contar con un heredero. A los 16 años Isabel se casó con su primo Francisco de Asís de Borbón. Lamentablemente el matrimonio resultó bastante desastroso. Basta con decir que Francisco de Asís era conocido como la «Paquita«. Según los rumores de la época ninguno de los ocho hijos de Isabel fue engendrado por Francisco de Asís.
Esta situación personal insatisfactoria hizo que Isabel tuviera numerosos amantes con los que pasaba las veladas, entre otros sitios, en el famoso local Lhardy, donde tenía un reservado y podía explayarse sin ser molestada.
Ya en estos momentos Isabel se encuentra muy influía por personas del sector más conservador e incluso algunos clérigos.
Moderados y progresistas
Como el Partido Moderado gobernaba de una forma muy restrictiva, el Partido Progresista estaba constantemente intentando derrocar al gobierno. El último gobierno conservador sería liderado por Juan Bravo Murillo, quien realizo grandes cambios fiscales y en la administración.
Tras varias rebeliones y levantamientos, Isabel pasó el poder del gobierno otra vez a Espartero y a O´Donnell, representantes de una coalición que había apoyado la revolución. Pero este gobierno mixto no tendría mucho futuro.
Se volvió a la Desamortización y las relaciones con el Vaticano se rompieron. Se aprobaron importantes leyes económicas que desarrollaron el capitalismo en España – leyes referentes al ferrocarril, la banca y las empresas.
Dos años más tarde Isabel pediría ayuda a O´Donnell para eliminar a los Progesistas y restablecer la Constitución de 1845. Siguió una época de constantes cambios de gobierno. Primero vendría Narváez volviendo a una ambiente más moderado. Después O´Donnell, entonces líder de un partido más centrista, gobernaría de 1858 a 1863.
Pero en 1863 la situación era caótica, el sistema político estaba corrompido y, como consecuencia, la corona también. Muchos gobiernos moderados se habían ido sucediendo unos a otros siendo cada vez más represivos a medida que la oposición crecía. El Partido Moderado pendía de un hilo y con el, la monarquía.
Una reina expulsada
Ahora los rebeldes ya no querían otro gobierno, querían que la reina se fuese. Finalmente, en 1868, Isabel II fue destronada y marchó al exilio a Francia. Allí fue recibida por Napoleón III de Francia que la acogió tanto a ella como a su marido e hijos. Isabel se quedaría ya en Francia hasta su muerte, 30 años después. Cuando llegó a su nuevo destino pensó que ya era hora de cambiar de vida y lo primero que hizo fue separarse de su marido.
En 1870 abdicó en favor de su hijo, Alfonso XII. Volvería Isabel a España durante cortos períodos, pero incluso su hijo prefería que estuviera en Francia.
Isabel II murió en 1904 y está enterrada en El Escorial.
Durante los siguientes seis años se probaron diferentes alternativas políticas, entre ellas una nueva monarquía con Amadeo de Saboya como rey y la Primera República.
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