Borja Ortiz de Gondra es uno de nuestros más afamados dramaturgos. Ha obtenido varios
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Borja Ortiz de Gondra
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premios nacionales como el Premio Marqués de Bradomín (1995) o el Premio Nacional de Teatro Calderón de la Barca otorgado por el Ministerio de Cultura en 1997. También ha adaptado diversas obras teatrales de otros dramaturgos al español. Ha vivido en Suiza, Francia y ahora divide su tiempo entre Madrid y Nueva York.
‘Tres días de Diciembre’
La Fundación Bicentenario Prim 2014 le encargó que escribiera una obra teatral sobre el general Prim. No es esta la primera vez que escribe por encargo, aunque deja claro que para hacerlo el tema de la obra ha de tener algún tipo de conexión con él. La obra se centra en los últimos días de Prim, ‘Tres días de Diciembre‘.
Para documentarse sobre la obra contó con documentos de la Fundación. Estuvo tres meses leyendo volúmenes de historia. Todo lo que vemos en la obra pudo haber sido. Ha sido cotejado. Lo dificil y divertido al mismo tiempo para un escritor es encontrarse con una serie de datos concretos y unas lagunas entre ellos que hay que rellenar. ‘Esto hay que hilarlo de alguna forma para que después pueda encajar todo.’
Borja Ortiz de Gondra comenta que él es autor dramático y no historiador. Lo que ha aprendido durante su colaboración con diferentes miembros de la Fundación Bicentenario Prim 2014 es que la historia está sujeta a constantes reinterpretaciones. Hay una serie de datos objetivos sobre el asesinato de Prim pero la forma de interpretar estos datos va variando a lo largo del tiempo según nuestra forma de ver el pasado.
La documentación es el la simiente sin la cual no hay nada, pero es al mismo tiempo un trampolín. Ortiz de Gondra necesitó empaparse de la época histórica concreta, pero luego al sentarse a escribir esto queda al margen, aunque al tratarse de una obra enmarcada en el bicentenario de Prim tiene que ser defendible a nivel histórico.
Aun sin conocer el reparto que finalmente llevará la obra al teatro, el pensar en ciertos actores puede ayudar a la hora de crear los personajes aportándoles características del actor.
‘Mi misión como autor no es decirle a la gente lo que debe pensar. Es presentarle unos hechos y que saquen las consecuencias. No doy ningún mensaje. Pero es muy obvio en el desarrollo de la función que un país se hunde porque la gente defiende su pequeña parcela en vez de unir fuerzas.’
La España de Prim y la España de hoy
La obra que nos ocupa es un drama histórico en torno a un asesinato. Un
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‘Un país se hunde porque la gente defiende su pequeña parcela en vez de unir fuerzas’
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asesinato sobre el que hay diversas teorías y que todavía presenta lagunas. Esas lagunas son las que el dramaturgo puede rellenar ofreciendo posibles soluciones, siempre con visos de realidad.
En el caso concreto del general Prim puede servir, aparte de la ilustración histórica, para crear un paralelismo entre dos tiempos.
Así el planteamiento de la obra juega con distintos tiempos. Por un lado tenemos a un grupo de historiadores en 2012 que discuten sobre sus distintas teorías acerca del asesinato de Prim de 1870. Este punto de partida sirve para mostrar una serie de flash-backs, interpretados por los mismos actores, en los que veremos sobre el escenario estas teorías. ‘Estaba muy preocupado porque hay muchos datos que no son objetivos. Esas luces y sombras son lo que aparece en los flash-backs. Vemos diferentes versiones sobre lo que pasó en esos tres días desde el punto de vista de unos historiadores que no se ponen de acuerdo.’
‘En un momento en que el país estaba pasando por una situación de urgencia, muy complicada, la gente que tendría que haberse puesto de acuerdo para sacar al país adelante hicieron lo contrario, cada uno se dedicó a derribar lo construído por el otro. Así la conclusión que se saca de la obra es que todos los que se pusieron de acuerdo para matar a Prim, lo único que tenían en común era que querían acabar con él y la monarquía que proponía. Es duro de ver que al final fue una alianza completamente antinatural.’
Por encima de todo, el magnicidio demostró que las pasiones cuentan poco, lo que prima es la ambición política. Cuanto más fue entrando Ortiz de Gondra en los personajes más se percató de lo mediocres y ‘pequeños’ que eran. No eran personajes para una tragedia ‘shakespeariana’, sino de una tragicomedia. ‘Tres días de Diciembre‘ muestra esas miserias y como son personajes que se pelean por migajas. ‘Eso me llevó al paralelismo con el presente. Son seis actores que interpretan personajes del presente y su correspondiente en el pasado. Así podemos ver las similitudes entre ambas épocas. Las formas cambian, pero al final es lo mismo.’
España con honra
Prim y sus colaboradores hicieron la revolución bajo el lema ‘España con honra‘. Quisieron
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‘Prim quería insertar a España en el juego internacional’
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derrocar a Isabel II, una reina que cayó en la corrupción más absoluta, que utilizó los resortes del estado para enriquecerse cobrando comisiones de las obras públicas y contaba con una vida privada llena de amantes bastante escandalosa. Este paralelismo con la situación actual ha sido más que llamativo. ‘Mientras iba escribiendo la obra en el mes de enero, los titulares de los periódicos escribían lo mismo. Han pasado más de cien años y hay problemas que todavía no hemos resuelto. Esto provoca cierta amargura. Si Prim hubiera vivido y la monarquía de Amadeo I se hubiera consolidado, el país no sería el mismo. Toda la gran obsesión de Prim era que España se convirtiera en una democracia parlamentaria como las del resto de Europa y que hubiera una monarquía parlamentaria respetuosa.
Los españoles tenemos la sensación de que los acontecimientos trágicos de nuestra historia, la Guerra Civil, las dos España, son como una especie de maldición. Pero no es cierto. No estaba escrito que tuviera que ocurrir, las circunstancias llevaron a ello. Podría haber habido una evolución pacífica si la monarquía de Amadeo hubiera triunfado.’
La esclavitud en Cuba
Un tema que ha llamado la atención de Borja Ortiz de Gondra es el de la esclavitud existente en las colonias durante aquella época. Un componente importante del complot contra Prim eran los grandes terratenientes cubanos que tenían esclavos y sabían que Prim estaba discutiendo la abolición de la esclavitud. Esto para ellos era una catástrofe económica.
Antonia Domínguez y Borrell, duquesa de la Torre
La mujer del general Serrano, Antonia Domínguez y Borrell, era cubana con enorme intereses en su país. Era el nexo de unión con los terratenientes cubanos que apoyaban económicamente la eliminación de Prim.
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Borja Ortiz de Gondra durante la entrevista
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Así la obra no trata sólo de un tema español en un contexto español, también hay que verlo a nivel internacional. Aunque no se han podido conseguir los documentos originales parece ser que Prim tenía muy buenos contactos en Estados Unidos e incluso se llegó a plantear la posibilidad de vender Cuba a los americanos. Esto hubiera evitado al país el problema cubano al tiempo que hubiera aportado fondos a las arcas del estado.
Prim, el estadista
A Ortiz de Gondra le interesaba destacar la catalanidad de Prim. Era un hombre muy catalán que defendía siempre los interéses catalanes, pero al mismo tiempo era un gran estadista español. Fue observador en la guerra de Crimea, en la guerra de Secesión americana, vivió en Francia mucho tiempo, era amigo de Napoleón III. Prim entendía el ‘tablero internacional‘ y quería insertar a España en el juego.’ Si esa idea hubiera triunfado posiblemente no hubiéramos perdido el tren de la historia y dado dos pasos hacia atrás.’
Prim, el hombre envidiado
Para Borja Ortiz de Gondra el general Prim es uno de esos personajes clave que aparecen de vez en cuando y que son tan significativos que después no pueden pasar a un segundo plano. Aparecen cuando hay unas situaciones extraordinarias. Cuando éstas desaparecen, estos personajes o desaparecen también o son eliminados. También cree que hay un gran componente de envidia personal en toda esta trama.
Entre los personajes que rodearon a Prim, merece destacarse el general Serrano. Era un personaje muy ambiguo. Su mujer era la gran dama de la ‘jet set’ de la sociedad madrileña. Era la que estableció los enlaces con los terratenientes cubanos y es dificil de entender que el general Serrano no supiera nada de esto. Quizás fuera ajeno al complot del asesinato de Prim, pero después aprovechó las ventajas que le dió éste y no hizo nada para atrapar a los asesinos. Serrano y Prim son dos personas que siguieron caminos paralelos. Prim tras la Revolución se quedó con un puesto aparentemente en la sombra pero que ostentaba el poder real. Serrano tenía el puesto más brillante de regente, pero con ‘fecha de caducidad’, puesto que al venir un nuevo rey, este puesto desaparecería.
El autor y su obra
En cuanto a la puesta en escena, la participación del autor ya es parcial. Pueden preguntarle, pedirle asesoramiento acerca de directores o actores, pero no tiene poder
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‘Es más lo bueno que hemos construído’
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decisivo. Lo que si suele hacer Borja Ortiz de Gondra, sobre todo al tratarse de una obra de encargo, es estar abierto al diálogo. Hay una libertad para escribir, luego sobre el texto habrá una serie de diálogos y quizás algún retoque. El trabajo de escribir la obra es una cosa y la puesta en escena otra.
La preproducción de una obra teatral es un trabajo complejísimo en el que inciden muchos factores. No sólo la búsqueda de intérpretes, sino también de patrocinadores.
Borja Ortiz de Gondra vive actualmente a caballo entre Madrid y Nueva York. Esto le da una ventaja para encerrarse a escribir. ‘Es bueno estar lejos de tu país o tu ciudad. Por un lado te aleja de los compromisos que puedas tener y, por el otro, sirve para mirar a España con distancia. Sobre todo en un momento como este cuando el país está viviendo una situación muy intensa. Estando fuera estas noticias llegan como con ‘sordina’. Por ejemplo en los periódicos extranjeros las noticias sobre España no dejan de ser una nota a pie de página y al ver a España desde lejos, uno se da cuenta de que, en la balanza, pesa mucho más todo lo que hemos construido en los últimos 35 años que los problemas que ahora parece que van a dar al traste con el país. Un país que hace treinta años apenas sabía lo que era la democracia ha conseguido consolidarla en un período tan corto; treinta años no es nada. Y hoy en día, hay unos cimientos democráticos que no se cuestionan, todo el mundo está de acuerdo en reformar o profundizar la democracia, otro régimen sería impensable. Y sin embargo, leyendo sobre lo que se discutía en los años 70 y principios de los 80, se ve que no estaba nada claro que la democracia fuera a establecerse de una forma tan firme, ni que fuera a sobrevivir. Muchos ni siquiera la deseaban y luchaban por otras formas políticas.’
Borja Ortiz de Gondra ya está trabajando en dos nuevas obras de temática actual.
Estamos seguros que ‘Tres días de Diciembre‘ será un gran éxito y, dentro del contexto del bicentenario del general Prim, ayudará a fomentar el conocimiento sobre este gran personaje de la historia de España. Nos vemos en el teatro.
Fotografía: Rafael Castañeda Fotografía
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