Hace unos meses el típico Mercado de San Miguel ha vuelto a abrir sus puertas. Está al lado de la Plaza Mayor.
Un mercado de 1916
Data de 1916. Antes había aquí una iglesia, donde Lope de Vega fue bautizado. La iglesia se quemó y fue finalmente demolida en la época de José Bonaparte.
Después se celebraba un mercado en esta zona dedicado a productos frescos, sobre todo pescado.
En 1835 el Ayuntamiento edificó una nueva plaza con puestos.
Ya para finales del siglo XIX existían cuatro mercados cubiertos, pero aun así no era suficiente para cubrir las necesidades de Madrid y los mercados al aire slibre seguían perdurando.
Finalmente, en 1909 el actual edificio del Mercado de San Miguel fue edificado siguiendo el estilo de los mercados parisinos con grandes cristaleras y hierro.
El mercado se inauguró en 1916. Tiene un área de 1200 m2 y dos plantas.
Durante la Guerra Civil el mercado estuvo cerrado pero afortunadamente no fue destruído.
En 1951 se volvió a abrir vendiendo productos que procedían, sobre todo, de los alrededores de Madrid. Además surtía con sus productos a conocidos restaurantes de la ciudad como Lhardy, Casa Botín o Edelweiss.
Un nuevo concepto
En el último año del siglo XX la actividad había decrecido y en 2003 el edificio fue adquirido por un grupo, El Gastrónomo de San Miguel, y comenzaron los trabajos de reconstrucción.
Toda la estructura del edificio se ha revisado pieza apieza y el edificio mismo se ha rediseñado para mantener las características históricas al tiempo que pretende cubrir las necesidades de los clientes actuales. Cada puesto se ha diseñado teniendo en cuenta el uso que va a tener.
El mercado quiere ser un centro gastronómico. Hay 33 puestos en manos de grandes profesionales que no sólo venden sus productos, sino que también asesoran a sus clientes siempre que haga falta.
Hay una tienda de flores, una pescadería, una panadería además de muchos puestos que ofrecen sus productos al visitante, que puede degustar inmediatamente.
El mercado abre de lunes a domingo de 10:00 a 22:00 y los puestos centrales hasta más tarde.
Es un lugar estupendo para tomar unas tapas, tomarse un vino o simplemente darse una vuelta por un edificio espectacular.
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