Antecedentes
Fue el Papa Sixto IV quién consagró el 8 de Diciembre como fecha conmemorativa de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Sin embargo, no sería hasta 1854 cuando el Papa Pío IX definió la Inmaculada Concepción como un dogma de fe y otros 30 años más habrían de pasar, hasta que un grupo de fieles madrileños decidió dedicarle una iglesia en la capital.
Para ello finalmente se dicidieron por el barrio de Salamanca, más que nada porque no contaba con ninguna iglesia y temían que se edificara una mezquita, una sinagoga o, incluso, una iglesia protestante. Ante semejante amenaza se pusieron en contacto con el marqués de Salamanca, dueño de los terrenos, quién estuvo de acuerdo con ellos. La idea era edificar la iglesia en la esquina de Hermosilla con Claudio Coello.
La iglesia comenzó su construcción en 1870 y fue terminada en el plazo de 3 meses, verdadera hazaña tanto para aquella época como para cualquier otra. Fue inaugurada el 19 de Marzo y abierta definitivamente el 8 de Diciembre, coincidiendo con la fiesta de la Inmaculada.
Nueva Iglesia
Desgraciadamente, sólo 30 años después de su inauguración quedó patente que se había quedado pequeña para albergar a todos los fieles. Esto dió lugar a un nuevo proyecto realizado por el arquitecto Jiménez Correa. La primera piedra fue puesta por el rey Alfonso XIII acompañado de su esposa la Reina María Cristina. Lamentablemente Jiménez Correa falleció, por lo que fue sutituído por el arquitecto Jesús Carrasco, que finalizaría la obra. Carrasco fue fiel a las directrices dejadas por su antecesor, aunque una serie de ornamentos exteriores fueron eliminados de la obra final.
La iglesia es de estilo gótico, estilo que imperaba en aquel momento en la construcción de las mismas. Esta vez no se pudo batir el tiempo record de la primera construcción. Diez años tardaron en terminar la iglesia lo que, a su vez, hizo que resultara mucho más cara que la primera.
La Cripta
La necesidad de conseguir más medios económicos para financiar la obra, hizo que se proyectara la construcción de una cripta subterránea. Aquellos que ayudasen a financiar la iglesia podrían contar con un lugar de enterramiento sin igual, dentro del ámbito de la propia iglesia. Evidentemente la construcción de esta cripta fue una obra
muy laboriosa, ya que el resto del edificio estaba más o menos terminado y no se había previsto ningun espacio debajo del mismo. Esta cripta se abre al público sólamente los días 1 y 2 de Noviembre de cada año.
La iglesia fue inaugurada por el Rey Alfonso XIII en Mayo de 1914.
Esta iglesia se escapa un poco a la imagen tradicional que tenemos de otras edificaciones similares. Su color blanco la hace resaltar y ser fácilmente visible; la estatua de la Virgen situada en lo alto de la torre, rodeada de un halo de luces, le confieren un cierto aire kitsch, pero no podemos negar que es una iglesia merecedora de ser visitada.
La iglesia se encuentra en el número 26 de la calle Goya.
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