El Riojano se encuentra en la calle Mayor, 10. Es una de las pastelerías más antiguas de Madrid.
Con ayuda real
Fue fundada en 1855 durante el reinado de María Cristina de Habsburgo-Lorena. De hecho el fundador trabajaba como pastelero en el Palacio Real y decidió comenzar con un negocio propio. Parece ser que la reina María Cristina incluso le ayudó a establecerse por su cuenta. Por ejemplo el mostrador principal, el escaparate y la madera de caoba vicieron del Palacio. Al no tener hijos, el pastelero dejó el negocio a sus empleados.
Y así ha seguido siendo, un negocio que ha pasado de dueños a empleados hasta hoy, que está en manos de Esperanza Comontes.
Podemos decir, por tanto, que aunque no se ha mantenido en manos de la misma familia, sí ha sido siempre un negocio familiar. Por lo menos de momento parece que se mantendrá en las manos de la misma familia, ya que Esperanza tiene dos hijas y un hijo que están actualmente trabajando en el negocio.
En 1892 la pastelería sufrió algunos cambios ya que, por ejemplo, antes tenía luz de gas que se pasó a eléctrica. Parece ser que en aquellos tiempos era bastante frecuente que los ladrones entraran en las tiendas y se llevaran hasta el mobiliario. Esto es por lo que los muebles fueron hechos ya en el interior de la tienda y, por su tamaño, no pueden sacarse por la puerta. Fue una idea del dueño, tanto para evitar el robo como para asegurar la continuidad del negocio.
Dulces caseros
Todas sus tartas, pasteles, galletas y chocolate son caseros y se hacen diariamente en su horno, que se encuentra justo detrás del salón de té. Tienen más de treina pasteles diferentes y 400 tipos de galletas. Diariamente hacen por lo menos 60 tipos de pastas. Producen también su propio chocolate y también el típico turrón navideño. Cuentan con 16 tipos diferentes de turrón.
El Riojano se precia de mantener los típicos dulces españoles y, más concretamente, madrileños, 
como los bartolillos (una especie de pastel con crema pastelera), el merengue o los azucarillos; son éstos un dulce típicamente madrileño hecho con azúcar que se pone en agua y produce una bebida digestiva que la gente tomaba después de beber chocolate caliente o licores.
Son famosas sus Pastas del Consejo. Comenzaron a hacerlas en la época de Alfonso XIII. Aunque era todavía un niño, ya tenía que participar en los consejos de ministros lo cual le resultaba francamente aburrido. Por eso la reina pidió al Riojano que preparase algún tipo de dulce especial para que el futuro rey estuviera lo suficientemente atento por estar esperando la hora del desayuno.
El Riojano todavía sirve los desayunos en las Cortes hoy en día. 
Dentro del establecimiento hay un maravilloso mostrador nada más entrar y, en la parte posterior un pequeño salón de té. Esperanza hizo este salón en lo que solía ser al almacén de la tienda, realizando así la idea de su antiguo jefe, que murió sin poder hacerlo.
El Riojano es conocido en el mundo entero y visitado por muchas personas que quieren probar sus riquísimos pasteles. En otoño e invierno hacen también un consomé buenísimo que no tienen nada que envidiarle al que ofrecen en Lhardy.
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