En el siglo IX, durante el emirato de Mohamed I, una primera muralla se construyó alrededor de Madrid. Después, Abderramán III, en el siglo X, reforzó esta muralla para repeler las incursiones de los cristianos. Esta muralla cubría un área de 4 hectáreas. Dentro estaba el alcázar (castillo), la casa del gobernador y la mezquita. Esta zona se llamaba en árabe Almudayna.
La muralla tenía tres puertas de acceso:
- Puerta de la Mezquita o de Santa María
- Puerta de la Vega
- Puerta de la Sagra
La primera conectaba la zona militar con aquella en que vivía la población fuera de los muros.
La segunda iba hacia el río Manzanares y las carreteras hacia Castilla y Extremadura.
Por fin la tercera se abría hacia el campo y las huertas.
Tras la Reconquista de la ciudad en el siglo XI se construyó otra muralla, esta vez cristiana, para fortificar la ciudad ante posibles ataques de los moros.
Esta nueva muralla cubría un área de 33 hectáreas y tenía 4 puertas:
- Puerta de Guadalajara, ya que abría paso hacia la carretera de esta ciudad.
- Puerta de Balnadú, lo que esacutualmente la Plaza de Isabel II,
- Puerta de Moros y Puerta Cerrada.
Quedan pocos restos de estas dos murallas que tuvo Madrid, ya que fueron parcialmente destruídas o utilizadas para hacer otros edificios.
Parte de la muralla árabe puede verse cerca de la catedral de la Almudena en la Cuesta de la Vega.
Parte de la muralla cristiana está dentro de varios edificios y sólo puede verse si los vecinos abren la puerta del edificio. Una parte está en la calle del Almendro 17.
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